miércoles, 14 de mayo de 2014

La chica del banco

Él se sentaba siempre en el mismo banco, a la misma hora y pensando en la chica de siempre. Un día llegó tarde, el banco estaba ocupado por la chica de siempre; pero él justo ese día la había olvidado, en su cabeza no estaba su imagen. No se sentó en el banco, se marchó sin mirar atrás, sin reconocer lo que tanto ha querido. Deseaba tanto verla, que salió de su pensamiento, volviéndose real, pero al marcharse de su pensamiento, no se fue sola, también se llevó su recuerdo. Ella era la que estaba ahora en ese banco y él el que había quedado demasiado lejos.


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