Hoy cogí un barco y me quede a la deriva, así quedo mi corazón tras conocerte a la deriva,perdido porque ha perdido su vela, perdido porque ha perdido el sentido,así quede yo como el molino sin aire como el aire sin molino, pegado a tu remolino.
Todo ocurrió un día soledado, tarde de marzo, cuando decidí dejar a un lado todo miedo, y decidí depositar esperanzas en ti,siempre he sabido conectar perfectamente contigo, es más comprendía todo,como si llevara una vida conociéndote. Pero aquello iba ser distinto, tu te acercabas con una sonrisa por delante, con una belleza que jamás me habría atrevido a imaginar, no sé me va a olvidar nunca ese singular momento, en que apareciste como un Ángel y toda palabra de tu boca era un regalo del cielo, aquí es cuando se juntaron los astros y decidieron crear tu bonito rostro, o quizás eras tan entrañable,autentica que era de esperar que toda mi mirada quedará encantada.
Pero aquel día no iba a ser nuestro día, todo ángel tiene su demonio, tú esperabas de mi demasiado, y yo como iba sin esperar nada, me quede esperando volver a verte. Después de ese día, tu seguías creyendo en mi,es más nunca lo has dejado de hacer, tampoco he dejado de importante, pero simplemente salí de tus ilusiones, alguna vez hago que la recuperes, y en esas veces te confundes y esperas que esa chispa llegue a lo más hondo, a veces me he colado muy hondo, pero como todo sueño, has despertado.Yo no soy tu príncipe, solo soy un niño que asombrado te contempla, ese niño que cuando cae de rodillas, mira al cielo y su imagen eres tú.
Las mejores historias son esas que nunca ocurren.....
