Acércate compañero.
Tu lucha es valerosa y impetuosa,
eres del desierto la última rosa,
El viento plateado rasgó tu uniforme,
puedo ver lo que han vistos tus ojos
y es enorme….
Marchaste del hogar a edad temprana,
mientras tu madre tu vuelta aguardaba.
Las trompetas de héroes te aclamaban,
tu destino estaba sellado en esta espada.
Saliste a defender una patria respaldada,
por una monarquía que se tambaleaba.
Mataste a cientos de feroces invasores,
teñiste de rojo todos los alrededores.
El rey te recibió con honores y galardones.
Pero tu sabes que en esa tierra de guardianes,
de castillos inquebrantables duerme un ángel,
El cual llora la muerte del semejante.
Y Cuando todo paisano regrese a su casa,
contará con orgullo tus imborrables hazañas.
Todos recordaran tu nombre triunfante,
pero tú no recordarás tu nombre,
hasta tu muerte, porque este….
Estará manchado de sangre.
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