Soy como esa estrella que pierde su luz y luego la recupera,
Paseó por paraísos frondosos para luego volver al fondo
silencioso de esta cruel existencia, salgo destronado
del reino escarlata para sentir la brisa del mar despejado.
Y allí donde las olas se acercan cortándome el paso
se nublan los cielos enfadados, se precipitan las lágrimas
de tantos hombres fulminados en nombre de la guerra.
Allí arriba solo hay espejismo de héroes desvanecidos.
Aquí se abren las puertas de la catedral de la sentencia,
para las personas desfavorecidas que viven en miseria
y piden suplicas a Dios para que se apiade de su existencia.
Entonces vuelvo de tan largo viaje de la conciencia
y comprendo que tú eres los lugares por los que pasas
y lo que te llevas de esos lugares, los momentos
imborrables,
las personas que conoces y las que sigues conociendo.
Lo que dejas de vivir, al seguir viviendo, al ir muriendo….
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