jueves, 8 de marzo de 2012

La caja de música

De pronto sonó el timbre, me asusté, parecía confusa, me pregunté, ¿Quién llama a estas altas horas?,apoyé mi cuerpo sobre un lado de la cama, el reloj marcaba las 3 de la mañana, era una noche nublada. resoplaba el viento, por la rendija abierta de la ventana de mi habitación, las gotas caían sin cesar, salpicaba el frío por todos los rincones, la casa parecía helada.
Sin darme cuenta, me encontraba inversa en mis pensamientos. Hasta que sonó otra vez el timbre parecía que lo había olvidado.Grité ya voy,por si detrás de la puerta alguien había, dejé mi pereza a un lado, me puse la bata con cuidado,introduje mis pies en las zapatillas, justo aquí me invadió un miedo,el terror a la desconocido,no sabía lo que detrás de esa puerta me esperaba.
Mis pasos eran cada vez más lentos, más indecisos,parecía un pasillo eterno hasta el recibidor, ahora una mano dio un golpe a la puerta, ven, date prisa, se oyó una voz desesperada, casi creí reconocerla, por dentro esa voz me sonaba, sin apenas percatarme, ya estaba enfrente de la puerta,decidí mirar por la mirilla.
Para mi mayor sorpresa, era Enrique, un viejo conocido, desde pequeños Enrique y yo habíamos sido grandes amigos, me vino la imagen a la mente de todos esos veranos juntos en Santander, donde bajo la orilla, jugábamos con nuestros sueños. Empecé a añorar todas las sensaciones bonitas que el despertó en mí, casi me volví a sentir niña por un momento
Volví a la tierra, decidí descorrer el pestillo, abrí la puerta.
Vi un rostro apagado, quemado, como inerte,parecía que se cortaba su respiración. Cuando pudo decir algo no fue un saludo, su voz cortada, incluso por momentos forzada, se presento con estas palabras.
- Soraya rápido, tengo poco tiempo.
-¿Estás bien?
-Sí, por el momento
-(No sabía como reaccionar, estaba completamente asustada, esa reacción suya era extraña) Solte un ¿Qué ocurre? pero nada más decirlo, cojió mi mano, rápido sientaté, otra vez pronunció esa palabra que resonaba en mí  de manera estrepitosa, escalofriante.
-Tengo que entregarte una cosa, no puedo decirte más.
-¿Él qué es? Enrique me estás asustando, que te pasa? estás cambiado, ¿Qué haces en Madrid?
-Si estuviera en mis manos te lo diría, pero no quiero que te veas involucrada.
 Me invadían las dudas, Enrique vivía en Bilbao, por razones de trabajo tuvo que dejar Madrid, él era un investigador, especializado en tesoros antiguos, reliquias,grandes secretos de la humanidad, mitos,desde que abandonó Madrid hace cinco años, había ganado gran reputación, su empresa viajaba por todas partes,las últimas noticias que recibí de él databan de hace 2 años, esa navidad del 2009, en la que dejó su trabajo temporalmente, para salir de todo ese estrés y decidir dedicar unos días a sus padres y su familia, el Enrique que se presentó en esas navidades aquí, era un Enrique totalmente distinto, su brillante pelo y su rostro lleno de energía, parecía ahora una imagen sacudida por el final de la juventud.
- Enrique dame explicaciones, como puedes esperar, que me quede parada, mientras veo tu rostro y está atemorizado, no quiero que te pase nada.
 -Mi vida está en juego, te entrego una caja de música, por nada del mundo la abras, tiene que estar cerrada, solo gira la manivela,si te llegan noticias de que me pasará algo,¿ lo entiendes?
-No comprendo absolutamente nada,¿ Porque estás en peligro ?,
-Soraya , confía en mí es muy importante que lo hagas.
-De verdad cada segundo aquí, es un segundo menos para escapar, si no salgo ahora puede que nunca escape del desfiladero de la muerte.
-Vale entendido ( En este momento contenía las lágrimas)entre lágrimas expresé todo lo que en este tiempo estaba conteniendo.
-Enrique, no te vayas, no me puedes dejar así.
-Recuerda, si me pasa algo, todas tus respuestas están en esa caja, resuelve el misterio,no dejes que el misterio te lleve con él.
-Cómo podré saber si te pasa algo?.
-Creemé lo sabrás.
 -Se esconde un gran secreto, que puede envolverte en una serie de circunstancias, que puede cambiar el curso de tu vida. 
-Enrique, ¿Prométeme que estarás bien?.
-Lo estaré....
Tras estas palabras me besó la mejilla y desapareció, dejando una misteriosa caja en la mesa.


Continuará.................................................





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